Sunday, May 10, 2009

El Culto Juvenil


Ya que he servido como pastor de jóvenes, quisiera hacer un comentario y dar mi opinión acerca del culto juvenil. Muchas veces cometemos el error de pensar que los jóvenes son “mini-adultos” y que el único programa o servicio que ellos necesitan es uno parecido al de los adultos. Esto es un error y lo digo porque no los retiene ni los alcanza. Las estadísticas nacionales (USA) nos enseñan que estamos perdiendo al 80% de nuestros jóvenes de las iglesias evangélicas de segunda y tercera generación. A algunos, porque se marchan a la universidad y a otros porque se van a otra iglesia cuyo servicio se brinda en inglés o que tenga programas especiales para jóvenes.

Lamentablemente, la mayoría deja de asistir a la iglesia y no se congrega más। En nuestro deseo de ayudar a los jóvenes a ser maduros y responsables, los ahuyentamos de la iglesia, pues les ofrecemos reuniones aburridas y alejadas de sus intereses. Planteo esta inquietud con el deseo de que podamos comenzar el diálogo que necesitamos tener como pastores y como padres de familia, para resolver el problema que surge de las diferencias generacionales. Personalmente, yo he trabajado muy duro como para terminar perdiendo a mis hijos en el afán de ministrar en una iglesia. No estoy dispuesto a pagar el precio de perder a mi familia en el proceso.

Me duele y me entristece que perdamos a los jóvenes por los cuales hemos orado tanto. Me duele que se vayan porque nunca encajaron un estilo de alabanza que les atrajera y los ayudara a tener raíces profundas en sus valores y fundamentos. A veces lo que nos importa como padres; es que ser porte bien y se vistan bien y sean unos “buenos cristianos”, mas realmente no estamos entrando a su corazón.[1] No les tomamos en cuenta lo suficiente para escucharles y darles lo que más necesitan en sus años formativos। Un pastor juvenil, música que les atraiga, libertad para tomar decisiones y teniendo una comunicación abierta y recíproca con sus padres será el comienzo de cómo ayudar a nuestros hijos a madurar como individuos cristianos que amen al Señor y nunca se alejen de él, que creo debe de ser la meta de todo padre Cristiano.

Si tú eres el hijo al cual me refiero, y estas teniendo muchas dificultades en la iglesia o con tus padres, te pido que hables con tus padres y no te des por vencido। Ellos te aman y desean apoyarte pero a veces no saben como. Aprende tu música y tu instrumento y podrás canalizar tu frustración de una manera positiva y productiva. Rodearte de personas cristianas maduras que te apoyen es mi mejor consejo: ¡NO DEJES LA IGLESIA! Ayuda a ser un agente de cambio en tu congregación y en tu familia. No somos muy entendidos cuando somos una segunda generación, por eso necesitamos confiar en Dios aun más y ser puentes entre las culturas. Te lo digo porque lo he experimentado en mi propia vida personal y ministerial. No dejes que las diferencias generacionales te alejen de tu familia, la iglesia y definitivamente de Dios. Favor de revisar la bibliografía que tiene muchos recursos para servicios y ministerios juveniles.

[1] Ver el libro de Lucas Leys titulado: EL ministerio Juvenil Efectivo, y el de Doug Fields llamado: Ministerio de Jóvenes con propósito. Los dos en la lista de libros recomendados de este libro.

1 comment:

  1. Danny,
    Excelente comentario, gracias por iniciar este dialogo tan necesario en la iglesia Hispana.

    En Cristo,

    Martin

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